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Batería Stubblefield Earth
El 26 de octubre de 1896, un nativo de 35 años de la ciudad estadounidense de Murray, Kentucky, experimentador autodidacta, agricultor Nathan Beverly Stubblefield, solicitó una nueva patente. Se suponía que esta patente era la tercera patente del inventor después de las dos anteriores.
Las patentes anteriores eran para un encendedor para lámparas de queroseno y un teléfono mecánico, que recibió hace varios años. En este caso, el tema de la patente era una batería eléctrica especial, una batería de tierra. El inventor adoptó un enfoque bastante original para utilizar un par de voltios como base para crear una nueva clase de fuente de corriente.
Como saben, el efecto galvánico se produce cuando un par galvánico se sumerge en tierra húmeda o agua, lo que permite suministrar electricidad a un circuito externo de muy baja potencia.
No fue posible obtener una corriente significativa de dicha fuente debido a la gran resistencia interna de la celda de voltios, solo fue posible medir la diferencia de potencial de la fuente, o fue necesario conectar varios elementos de baja potencia en paralelo para obtener más potencia.
El inventor se propuso la tarea de crear una batería de este tipo, una clase completamente nueva, que no solo sería capaz de proporcionar una corriente significativa a la carga, sino que también podría inducir voltaje en la bobina secundaria para alimentar, por ejemplo, un micrófono o una bobina de relé.
La batería era una estructura en la cual dos conductores ubicados uno al lado del otro eran pares galvánicos, uno de hierro y otro de cobre. El conductor de cobre estaba aislado y el conductor de hierro estaba desnudo. Esto hizo que la interacción de los conductores con el electrolito sea óptima.
Los cables se enrollaron alrededor de un núcleo de hierro ubicado en el centro del marco de la batería. El devanado se realizó de la siguiente manera. Se colocaron dos cables uno al lado del otro, capa por capa, hasta que el marco quedó delimitado por lados de madera. Después de enrollar cada capa, se colocó una capa de tela aislante; la misma capa de tela se ubicó alrededor del núcleo central. Como resultado, los conductores en la asamblea alternaban todo el tiempo, estando cerca.

El conjunto se sumergió en un recipiente con agua y se sacaron los electrodos para conectar los dispositivos de trabajo. Bastaba con poner la batería en suelo mojado, por eso Stubblefield la llamó la "batería de tierra".
La modificación de dicha batería también incluía un devanado secundario, que estaba ubicado en la parte superior del devanado, formando un par galvánico. El devanado secundario tenía que aislarse con material como la mica. Cuando los electrodos del par galvánico se cerraron y se abrieron, apareció una corriente de inducción en el devanado secundario, que podría usarse para alimentar los dispositivos.

El rendimiento de la batería se mantuvo mientras el diseño permaneciera húmedo. Además de la capacidad de alimentar el dispositivo, el diseño podría usarse como un electroimán, para cuya operación fue suficiente para cerrar los electrodos del par galvánico entre sí.
El inventor usó tales baterías en sus experimentos en comunicaciones telefónicas inalámbricas.
Ver también en electro-es.tomathouse.com
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